Descripción
Ser devorado por una boca gigantesca es una experiencia emocionante que despierta la imaginación y la fantasía de los niños. Podemos dar todo tipo de formas a nuestros tragones y los fabricamos en tres tamaños, mini, media y grande. El suelo de la mandíbula tiene escalones que ayudan a los niños a subirse. La boca se cierra, y el niño sale por la parte trasera a través de un tobogán interior con forma túnel.
La frecuencia y los tiempos de abrir y cerrar de la boca son regulados con un temporizador. Ofrecemos una plataforma oscilante, que puede decorarse con figuras sobre las que los niños se pueden sentar. Existen 2 versiones, de forma activa mediante el uso de un motor o inducida por los movimientos de los niños al jugar sobre ella.
Las bocas y movimientos se pueden combinar junto con toboganes en un hinchable grande y espectacular. Para que sean más manejables los hacemos en varios módulos.
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